lunes, 4 de agosto de 2014

Arranca el segundo cuatrimestre!

“Solo la historia le da a un pueblo la entera conciencia de si mismo”
Hugo Chavez Frias


La Juntada en historia somos un grupo de compañeros y compañeras que militamos todos los días en la carrera, discutiendo la orientación académica de la misma buscando una carrera más plural, democrática y abierta.


¿Democratizar qué y para qué?




Democratizar la junta departamental es un tema muy presente en la carrera de Historia. Para poder encarar esta tarea creemos que es importante que todos sepamos de qué hablamos.  La junta departamental es el órgano de cogobierno de la carrera. Está compuesta por cuatro profesores, tres graduados y tres estudiantes y cada claustro elige  a sus representantes cada dos años. Ahí se decide todo lo que tiene que ver con la carrera, desde qué docentes se nombran o qué concursos se llaman hasta la reforma del plan de estudios. Con la composición actual, muchas de estas decisiones quedan en mano de un grupo de profesores que difícilmente representan la voluntad de la mayoría de la carrera de Historia.
En estas condiciones, la democratización implica transformar la forma en que se toman las decisiones. Esta proporción numérica ha favorecido históricamente el surgimiento y la hegemonía política de camarillas de profesores que quieren una carrera totalmente obsecuente  con las políticas de la gestión de la facultad, hoy Morgade ayer Trinchero


En este contexto, la carrera de historia se ha caracterizado, por impulsar, en masivas asambleas interclaustro, la elección de su director junto a un programa que busca la democratización de los claustros al interior de la junta departamental (ámbito antidemocrático y camarillero donde las otras carreras aún eligen su director).


El punto algido de este proceso se dio el año pasado a partir de una  masiva asamblea interclaustro de 500 compañeros que se pronunció en favor de continuar y reimpulsar un programa y la elección de Mariano Rodriguez Otero como director de la carrera. Este pronunciamiento mandataba a las representaciones de los claustros de graduados y estudiantes, comprometiéndolas a votar en la junta tanto el programa como al director.
Sin embargo, haciendo caso omiso y traicionando el mandato de la asamblea la mayoría estudiantil y la minoría de graduados (La Mariátegui y Haciendo Historia) decidieron apoyar junto con la camarilla de profesores la candidatura de Marcelo Campagno. Una maniobra, más allá de uno u otro director, que trató de vaciar de legitimidad el ámbito plural y democrático de la asamblea, dilapidando los avances progresivos logrados en estos año en pos de la democratización.


En el primer cuatrimestre de este año, la lucha por la democratización en la carrera ha tenido un nuevo capítulo. Tras la nula iniciativa de la gestión del departamento para dar la discusiones que atraviesan a la comunidad de la carrera el movimiento estudiantil pudo, a partir de las asambleas pero en especial con las Jornadas Interclaustros por la Democratización y el Plan de Estudios, discutir acerca de las perspectivas de la lucha en nuestra carrera. Desde La Juntada creemos que haber impulsado, junto con otras organizaciones y estudiantes independientes, las Jornadas fue algo positivo ya que pudimos ver que muchxs compañerxs, estudiantes y docentes, se acercaron a discutir y que las discusiones que venían dándose en las asambleas se profundizaron y enriquecieron. En ese sentido creemos que corresponde al movimiento estudiantil de la carrera seguir creando instancias de discusión que puedan fortalecer la lucha,
acercando cada vez más docentes y estudiantes. Por esta misma razón, impulsamos unas segundas jornadas de debate intercarreras sobre democratización para este segundo cuatrimestre poder seguir profundizando y enriqueciendo nuestro proceso con las demas carreras de la facultad.


De esta manera, desde La Juntada creemos que no está cerrado el proceso de movilización que el año pasado demostró la voluntad de lxs estudiantes de la carrera en favor de esta lucha. Lucha que, recordemos, fue traicionada por la representación por la mayoría estudiantil - La Mariátegui cuando votó a un director afín a la Gestión de la Facultad dando la espalda a lxs estudiantes y graduados de la carrera y a todo lo que se había votado en la asamblea. Por eso es que creemos que hoy en día la tarea pendiente es poder llevar este debate a todas las carreras de nuestra facultad. El proceso abierto en nuestra carrera puede servir como un puente para discutir la democratización de manera integral, involucrando al movimiento estudiantil y a la comunidad académica en su conjunto.

Historia va a la carcel



El Centro Universitario de Devoto (CUD) se creó en el año 1985 por iniciativa de un grupo de internos alojados en el penal. En un convenio firmado por quien fuera entonces Rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el director del Servicio Penitenciario Federal (SPF) quedó establecido el derecho a la educación superior para las personas que se encontraran privadas de su libertad.
El espacio recibe visitas de compañeros, estudiantes, docentes y otros profesionales, muchos comprometidos en la creación de un puente que facilite el intercambio, el diálogo y la construcción colectiva de lazos que rompan con el imaginario social montado alrededor de las personas detenidas.

Creemos importante seguir apostando a este espacio, ya que la visibilización del CUD es, entre otras cosas, lo que le permite continuar funcionando. La tarea es que cada vez más compañeros y compañeras sepan que este espacio existe y lo puedan defender ante lo constantes ataques del Servicio Penitenciario. En ese sentido, saludamos que la Junta Departamental de la carrera se haya pronunciado por la apertura de la carrera de Historia en el CUD y llamamos a toda la comunidad académica a seguir peleando por la efectivización de lo que siginificaría un paso importantísimo de cara a pensar una carrera comprometida con los sectores más vulnerables de la sociedad.